Por Facundo Lancioni Kaprow – Secretario General de SEDUCA
La crisis económica que atraviesa la Argentina tendrá sus consecuencias en todos los rubros y ámbitos: los trabajadores perderán poder adquisitivo y los salarios no superarán los aumentos de precios de los alimentos, ni las quitas de subsidios ni muchos menos tendrán capacidad ahorrativa.
Ante esto, el escenario futuro es realmente alarmante para los docentes, tanto a nivel nacional como bonaerense, y el avance de la pobreza podrá alcanzar a quienes están frente al aula. ¿Qué hacer frente a ello? Primero acercar indicadores que permitan blanquear las discusiones.
Hoy no alcanza solo con la discusión salarial, sino que debemos contemplar nuevas variables. Como hemos acercado con la Canasta Básica Docente (CBD), que se convirtió en el único indicador que expone cuanto dinero ponen los docentes para dar clases.
Seguido a ello, es necesario prensar, ¿Quiénes deben hacerlo? Está claro que la política no tiene credibilidad, y muchos sindicatos tampoco. Ahora bien, ante el conflicto, la crisis y la necesidad, los docentes prefieren apoyarse en su sindicato antes que en sus representantes políticos. ¿El motivo? Básicamente porque le creen más -con sus errores y aciertos- a los sindicalistas que a los políticos.
Ahora bien, decir esto puede sonar a escándalo en algunos espacios políticos, pero es la realidad.
El desafío no pasa por pensar la educación sin gremios docentes, sino que debe concebirse un nuevo panorama que contemple a quienes ejercemos el sindicalismo con valores dignos y posiciones honestas. Como no todos los políticos son Julio De Vido, tampoco todos los sindicalistas docentes somo Roberto Baradel.
Es momento que se comprenda este cambio conceptual porque lo que viene no será sencillo. El esfuerzo debe ser compartido y se requiere de los mejores sindicatos docentes para recuperar lo perdido durante tantos años y poner a la educación en pie en la provincia de Buenos Aires.
Voces Políticas 