Por Facundo Lancioni Kaprow*
Carta Abierta al Presidente de la Nación Argentina
Dr. Alberto Fernández
De mi mayor consideración
En primer lugar, quiero agradecerle por haber hablado de educación tras dos años de silencio atroz. Desde que comenzó la brutal pandemia, allá por el 2020, usted decidió ignorarnos completamente. Solo basta recordar las exóticas medidas de cierre de cursos y las estrategias protocolares que perdieron la escolaridad de más de 500 mil jóvenes para reafirmar esto.
En estos dos años, en el que dejaron sus cargos dos ministros de Educación (tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires), los docentes no fuimos escuchados, ni partícipes de las decisiones que se tomaron. Ahora que la presión social hace inimaginable transcurrir un 2022 sin clases, usted aparece.
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Es por todo esto que, a mí, sus dichos, me duelen. Me duele porque son vacíos y alejados de la realidad. Porque habla de priorizar la educación, pero no muestra voluntad alguna de encarar las transformaciones de fondo que merece y necesita nuestro sistema educativo. Porque declara que le importa el sistema educativo pero sus socios políticos son los que han arrasado el mismo, y porque siendo abiertamente francos para ustedes parece que los chicos que quedaron fuera del sistema han sido un número y listo: al día de hoy, solo expresiones mediáticas sobre la deserción escolar han marcado la agenda, sin ningún programa ni plan serio de recuperación.
Yo aún quiero guardar esperanza, como miles de docentes que no nos queremos resignar, ni abandonar la lucha de mejorar la educación en nuestro país: ser docente es una de las vocaciones más nobles y no queremos perderla. Estamos llegando tarde y a contramano de todos los avances que se dan en el mundo híperglobalizado en el que vivimos hoy, por decisión de unos pocos. Sé que compartimos la vocación por la docencia y por eso me dirijo a su persona como Presidente de la Nación en primer lugar, y como colega en segundo.
Es por todo esto que lo quiero invitar a reflexionar sobre el rumbo de la educación en nuestro país. Le propongo dejar de lado los discursos políticos vacíos, y trabajar en serio. Como docente siempre dispuesto a dialogar y a trabajar por el futuro de nuestro país, que incluye a los chicos y a mis colegas. Porque como parte de la juventud sindical, no quiero resignarme a que todos sean lo mismo. A que todo sea siempre igual. Si queremos transformar la educación y, en definitiva, nuestro país, debemos virar el rumbo urgente.
Imagínese el futuro que le tocará a su segundo hijo si no atendemos la educación. Pensemos el futuro de miles de niños y niñas de la Argentina sin educación. Reconozcamos que gran parte de los jóvenes de hoy no ven futuro en nuestra tierra. Y preocupémonos. Trabajemos seriamente para revertirlo. Es mi compromiso, como el de tantos otros argentinos, profundizar nuestras acciones para que el futuro vuelva a ser esperanzador. Pero dichas acciones deben ser importantes, firmes y decididas. No hay más lugar para la especulación política, las proyecciones electorales ni las peleas internas entre los argentinos. Los interrogantes sobre hacia dónde va nuestro país son varios, y las respuestas escasas.
Son pocas las causas nacionales que unen a los argentinos. Le propongo que esta, la educación -la que es nuestra y compartimos-, sea una de ellas. Por lo menos la que usted se anime a dejar en su legado como Presidente. Tiene la posibilidad de hacerlo, pero quedará en usted la voluntad de lograrlo. Desde mi lugar, como dirigente sindical joven, Secretario General de SEducA (Sindicato de Educadores Argentinos) ofrezco mi entera disposición para trabajar por una Argentina de igualdad de oportunidades y educación para todos y todas. Y estoy convencido que para transformar la educación es necesario trabajar en nuevos paradigmas del Sindicalismo Docente, muy distinto a los que estamos acostumbrados, que modernicen los Sindicatos y sus formas de proceder. Esa es, a mi entendimiento, el primer –y tan necesario- paso, para que no haya nunca más un aula vacía.
*El autor es Secretario General – SEducA (Sindicato de Educadores Argentinos)