Por José Gerardo Salomone (autor del libro «Maldita Grieta»)

Si la Tesis se fundamenta en las ideas-fuerza que sustentan al populismo, entonces, frente al generalizado e inesperado rechazo que cosechó el Gobierno en las últimas PASO, tomando a ese acontecimiento como una Antítesis, en oposición; la Síntesis, esto es, la conclusión de quienes ostentan el poder, difícilmente sea otra cosa que una necesidad de una mayor radicalización en términos del reparto simbólico partidario y de las herramientas que de acuerdo a su saber y entender deben ser mejor utilizadas cuali-cuantitativamente.
Eso significa inyectar más dinero, sobre todo a los sectores más carenciados, actores excluyentes del paradigma moral de la pobreza. Seguirá la fiesta, canilla libre al sexo, adiós a las restricciones debidas a la pandemia (algunas decisiones se parecen a un efecto bipolar, de lo depresivo a lo maníaco sin escalas. De un extremo al opuesto) y más dinero en los bolsillos.
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Electrodomésticos, bicicletas y zapatillas a cambio de votos. En definitiva la felicidad en clave electoral según nuestros gobernantes. Agréguele que en lo que va de su mandato, el Gobierno emitió moneda en el orden de los billones de pesos y una deuda mayor a los treinta mil millones de dólares.
La magnitud del resultado provocó en las huestes del la coalición gobernante un cimbronazo extraordinario. Veamos, el populismo, considera que el verdadero pueblo es el que está formado por sus seguidores, el resto, aunque se trate de millones de personas es la elite, una especie de chivos expiatorios culpables de todos <o casi todos> los males; rubios de ojos celestes y ricos por definición que además poseen recursos apropiados indebidamente y que le pertenecen al numerosísimo colectivo de los pobres.
Pero qué sucede cuando parte de ese “pueblo verdadero” le da la espalda quitándole votos y otorgándoselos a otros. Eso es grave, lo es tanto, que provoca comprensiblemente cuestionamientos existenciales que incluyen a la propia identidad.
Analicemos, la coalición del Frente de Todos está formada fundamentalmente por La Cámpora, el espacio cristinista, el sector massista y organizaciones sociales; a lo cual hay que agregarle las gentes que responden al Presidente, aunque éste no tiene partido propio. Tras los resultados de los comicios, ocurrió un hecho extraordinario. Más de diez funcionarios, todos ellos de La Campora pusieron su renuncia a disposición del Presidente, incluído el Ministro político Eduardo “Wado” de Pedro.
Habitualmente, frente a una crisis, suelen ocurrir este tipo de acciones, tendientes a liberar al Ejecutivo para que éste haga los cambios necesarios en su Gabinete de Ministros y demás funcionarios. Es pueril e ingenuo pensar que esas renuncias ocurrieron por esa razón. Se trata claramente de otra cuestión.
Sabido es que La Campora responde a Cristina, por lo tanto, se trata de una jugada de su autoría.
Claramente, es un ataque feroz a la investidura presidencial, por lo tanto a la propia Democracia. Una presión brutal, una amenaza que podría leerse de este modo: o haces lo que te digo o tu poder y la gobernabilidad se van a escurrir como agua entre los dedos. Tras ello, dio a la luz un audio de la Sra. Fernanda Vallejos, ferviente cristinista, al punto que puede considerársela un alter ego de la Vicepresidenta de la Nación.
En ese audio, la economista y Diputada Nacional lanza potentes descalificaciones e insultos contra el presidente y sus ministros. Luego, en el vértigo de los acontecimientos aparece una carta de la Dra. Kirchner que en lo sustantivo es la misma cosa, en un lenguaje moderado pero imperativo.
Este hecho no debe sorprender en absoluto, dado que solo se trata de la exteriorización de lo que viene ocurriendo desde que Alberto es Presidente. Pudimos ver públicamente como Cristina retaba al titular del ejecutivo cual madre castradora y autoritaria y este asumir su rol de sometido como un adolescente que se portó mal.
Se infiere – como ocurre permanentemente con muchos hechos y dichos – esta vez de manera tragicómica pero elocuente lo que todos sabemos, que la Vicepresidenta es quien detenta el poder. Claro, eso no es todo.
Argentina… ¿Quieren una sociedad prostituta?
Queda a la vista palmariamente el pacto de Alberto (y Sergio Massa) con Cristina cuyo contenido intrínseco se apoya en la impunidad de ésta y en la infiltración de las instituciones de la República por parte de La Cámpora, lo cual en concreto significa intentar asegurar su descendencia política, que no es otra cosa que la consecución de la pretendida gesta setentista encabezada por la organización Montoneros, endilgando al pueblo argentino una mochila que éste, en su enorme mayoría rechaza fuertemente.
De esa forma, Alberto sumó los votos de los sectores peronistas e independientes moderados – aunque no le alcanzó para incluir al llamado espacio republicano del peronismo – y con ello y el massismo lograron el triunfo de 2019. Massa neo aliado de Máximo Kirchner, de esa manera comienza a construir su soñado camino a la presidencia.
Recordemos que antes del 2019, ambos <Alberto y Massa> habían criticado ferozmente a Cristina. En ésta historia, el Presidente y Sergio Massa, no son inocentes, sino participes necesarios de un pacto vergonzante a espaldas del pueblo. En consecuencia, no se trata de víctimas, sino de victimarios.
En realidad, aunque se produzcan más cambios en el Gabinete Nacional, haya o no mas renuncias, nada va a cambiar. En todo caso, ocurrirá un gatopardismo; cambiar todo – o lo más cualitativamente significativo – para que nada cambie.
Quien imagine una ruptura de la coalición gobernante, está ignorando el peso gigantesco del antes mencionado pacto Alberto/Cristina/Massa. Graves cuestiones personales y atado a ello la necesidad imperiosa de sostener el poder no serán dilapidados por estos singulares actores de la política argentina.
Claro está, que algunos Ministros como es el caso de Sabina Frederic producen preocupación y vergüenza ajena. Para esta ex funcionaria, la seguridad, el orden, la organización, la prevención y hasta la pro actividad son “de derecha”. Extraña manera de avalar y fomentar la brutal anomia social que padecemos, acentuada enormemente en los últimos dos años.
Sin embargo, ver a los reemplazantes de dicha ministra y del ex Jefe de Ministros Cafiero, da pavura, mucha pavura. Ambos tienen en su haber algunas acusaciones graves en lo jurídico y lo institucional. Esto desnuda la falta de escrúpulos, la calidad moral y la enorme preocupación de la Dra. Kirchner, responsable de esos y otros cambios. Todo vale para tratar de revertir los resultados de las PASO.
Volviendo al incremento del mencionado reparto de la simbología peronista y de dinero, esto ocurrirá inexorablemente, debido a que es la parte excluyente de aquella síntesis. Dicho de otra forma, es como entiende nuestro gobierno el pacto con su verdadero pueblo, es decir: sus clientes políticos. La imperiosa necesidad de la re significación del peronismo se avizora más claramente que nunca.
Cada espacio de la Coalición liderada hoy por Cristina, debe mostrar su ideología y cual es el modelo de país que busca construir. El peronismo republicano deberá fijar su posición y dejar de ser timorato.
El populismo, tiene en su génesis el germen de su propia destrucción. Va por todo, destruyendo cuanto encuentra a su alrededor. La “Santísima Trinidad” kirchnerista: Nestor, Cristina y La Cámpora en un momento crucial. Entre el dilema de su desaparición y el leitmotiv de su propia existencia. Un constructo Socio-político que al mirarse en el espejo, este le devuelve la temible visión de la finitud en el verbo de Ortega y Gasset.
Un comentario en “Una síntesis inquietante aunque esperable”