Argentina… ¿Quieren una Sociedad Prostituta?

Por Rodolfo Florido

“El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha. Ella era inteligente, los había convencido que por tener el mango de madera era uno de ellos” (refrán Turco)

Una cosa es reaccionar a la profundidad de caída de los salarios reales y otra que te regalen una heladera, un par de zapatillas, una bicicleta, una cocina o 15 mil pesos por única vez para ponerle precio a tu dignidad, como si tu dignidad desapareciera el 15 de noviembre una vez que ya votaste. Esto es repugnante. “El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha”

Estas prácticas miserables se replican todos los años electorales en casi todo el país. Chapas para techos, vales para compra de material, dinero en efectivo, pago de transportes a los centros de votación arreando a la gente como si fuesen borregos. Prácticas miserables que se aprovechan de la miseria del pueblo mientras se afirma que están cerca de ellos. “El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha”

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Estas prácticas se extienden porque en la perversión de la acción existe un concepto lógico, terrible pero lógico. La pobreza es de tal magnitud que la desesperación toma forma de soborno. Es como si en lugar de pensar y actuar para disminuirla, fuese más “negocio” sostenerla e incrementarla para que el precio de la desesperación tome cuerpo de prostitución. O sea, un ser humano con trabajo y dignidad intacta tiene una libertad superior para tomar sus determinaciones. Por el contrario, un ser humano desesperado se aferra al día a día porque debe darle de comer a su familia. Lo saben. “El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha”

Un IFE de 15 mil pesos para 2/3 millones de personas. Pasarán las elecciones y volverá el hambre, la desocupación y la miseria diaria. Volverá a crecer la inflación y el dinero de ayer será la carencia del hoy. No les dicen la verdad. No invierten para que el esfuerzo y la educación hagan la diferencia. ¿Los quieren dependientes y en lo posible embrutecidos? Que no piensen en el futuro propio ni en el de sus hijos. Los hijos de los pobres no tienen como irse del país. No pueden comer, menos pagarse un pasaje y sobrevivir. Los de la clase media baja… tampoco. “El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha”.

Análisis electoral a cargo del Lic. Nicolás Cereijo.

Tomá lo que te dan, pero no pagues para afilar el hacha del verdugo. Existen muchísimas opciones de izquierda, de derecha y de centro, lo único que debería cambiar y para siempre es el concepto perverso que implica ponerle precio a tu dignidad. Encontrar un precio es validar un sistema de control que no debería ser considerado democrático porque es sistémicamente autoritario, provenga de la derecha o de la izquierda. “El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha”.

Antoine de Saint-Exupéry, creador del libro “El Principito” dijo… “No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen”. Esto es lo que hay que recordar a la hora de ir a votar ejerciendo el derecho ciudadano de creer, soñar y hacer de este país un lugar más justo. De lo contrario será el refrán turco el que nos volverá a decir… “El bosque seguía muriendo y los árboles seguían votando el hacha. Ella era inteligente, los había convencido que por tener el mango de madera era uno de ellos”

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