Por Rodolfo Florido

“Tenemos que lograr que Vidal se vaya de la Provincia y vuelva a Capital”. Palabra más palabra menos es el comentario que se extiende entre las filas políticas del FDT.

Perciben dos cosas. Una, que se les está complicando ganar la Provincia de Buenos Aires y sin un buen margen en Buenos Aires no dan los números para ganar las legislativas de noviembre. La otra, que María Eugenia Vidal aún no asimiló psicológicamente la derrota de hace casi dos años.

Un viejo adagio o dicho popular dice… si te caes de un caballo vuelve enseguida a subirte. Claro que alguien debería decirle a María Eugenia Vidal que un sulky (Capital Federal) no es lo mismo que un caballo y que la Provincia de Buenos Aires necesita la mejor acumulación de fuerzas y eso, Vidal – Manes como cabezas para los Diputados Nacionales garantiza la mejor elección posible y quizás, muy probablemente, el triunfo.

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Obviamente, si así fuese, el camino de Vidal hacia una candidatura Presidencial en el 2023 quedaría abierto. Y ahí se impone la segunda pregunta. Será esto lo que quiera Rodríguez Larreta. ¿Sera que Larreta le abre la puerta de la Capital para cerrarle la puerta de la Nación? La mente humana es insondable. Las lógicas y sanas ambiciones de nuestros dirigentes políticos muchas veces se ajustan realizando razonamientos lógicos de tal manera que sea una presunta lógica lo que se ajuste a sus necesidades.

La pregunta es si sus necesidades personales son las necesidades de la Nación. Al fin y al cabo es como la construcción de Máximo Kirchner para presidir el Partido Justicialista Bonaerense. Siempre fue más que obvio que este dirigente es y será siempre santacruceño y que su forzado desembarco en la Provincia es solo una adaptación con el objetivo de darle el volumen de poder para sus dirigidos miembros de “La Cámpora” y obtener sustento para sus aspiraciones Presidenciales.

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María Eugenia Vidal debería pensar en esto. Ella ya fue Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, sería absurdo suponer que luego sea Jefa de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o candidata a Diputada por el mismo. Nunca ha pasado que un Gobernador sea Gobernador de su Provincia y luego Gobernador de otra. Entonces… ¿Cuál es el objeto de que María Eugenia Vidal sea la primer candidata a diputada nacional por CABA? ¿Sanear su trauma?

Tiene el carisma, la inteligencia y la honestidad ¿templanza y fortaleza?, eso le falta dilucidarlo. Su indecisión está generando discusiones internas en JUNTOS POR EL CAMBIO. Tiene que tomar una decisión y esta tiene que transitar en subirse al caballo que la volteó, o sea la Provincia de Buenos Aires.

Es mucho, realmente muchísimo lo que se juega en noviembre. No es tiempo de ambiciones personales cruzadas por temores. JxC debe ofrecer a sus mejores figuras, ampliar sus horizontes y ofrecerle a la ciudadanía una opción totalizadora que la saque de la incertidumbre y muestre un camino despejado donde no tenga luego que lamentarse por los resultados.

La opción de no competir en Noviembre de María Eugenia Vidal no es una opción. Ya lo dijo Aristóteles… “La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía”.  Su indecisión o una eventual decisión de competir por la CABA, sería un desastre que no cambia ningún resultado excepto el alentar internas dentro del PRO y el enojo lógico y racional de los socios Radicales, de la Coalición Cívica y Peronistas Republicanos. Los únicos contentos que habría si Vidal no compite por la Provincia de Buenos Aires serían el Frente de Todos y eso, dice mucho