Transito la sensación, percepción o absoluta realidad fundada que el Presidente, la Vicepresidente, Ministros y voceros, desearían, aunque hoy no pueden, instalar un sistema autoritario donde la voluntad sea de uno de los tres poderes que la Constitución y la República consagran. Todo lo que no consagre su voluntad les incomoda y mucho.
Por Rodolfo Florido
Se nota de una manera casi brutal que les molesta no poder hacer y deshacer a voluntad. La descalificación y la agresión suben a la superficie con una facilidad abrumadora. Es más, en algunos de sus voceros pareciera como si los ojos se les inyectaran de sangre cuando alguien osa contradecirlos. Como si desearan poder encarcelar a todo aquel que ose señalarles o decir que una opinión distinta es parte de la Democracia y que el Poder Judicial o el Parlamento no sea otra cosa que un instrumento quirúrgico para extirpar de cuajo toda disidencia.
“Formen un partido y ganen las elecciones” esa fue la respuesta del viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, cuando cuestionó la resolución del máximo órgano judicial, que avaló la autonomía de la ciudad de Buenos Aires para mantener las clases presenciales a pesar de un DNU firmado por Alberto Fernández.
Así, olvidó, más allá del obvio derecho y que cuatro de los cinco Jueces de la Corte fueron designados por el peronismo, por Néstor Kirchner o por Eduardo Duhalde. Quizás, el motivo, el porqué de sus votos en contra de un gobierno kirchnerista, sea que el exceso era brutal, la anti juridicidad de su pretensión era demasiado obvia y también, en su imaginario de cuerpo judicial superior, si permiten esa afrenta será luego por ellos por quienes vendrán. Luego el 05 de mayo de 2021 Fernández le dijo a la Corte… “No usen las sentencias para favorecer a sus candidatos”. Perdón… ¿no era que 4 de los 5 miembros de la Corte fueron designados durante gobiernos peronistas?
Históricamente la Justicia ha sido versátil a la hora de esperar y recibir presiones políticas. Pero una cosa es que se espere esa versatilidad política cuando un fallo u otro pueden transitar diferentes interpretaciones versadas en Derecho y otro muy distinto cuando la exigencia los pretende obligar a fallar verticalmente llevándose por delante todos los Derechos escritos. Todo tiene un límite. Una cosa es ser versátil y otra cosa muy distinta es pretender que la Justicia y su máxima expresión la Corte, sean una escribanía que confirme caprichos para que luego dinamiten la escribanía con sus pruebas.
Alberto Fernández habló de una Justicia “decrépita”. Y, su vicepresidenta, Presidenta in pectore, habló de “Golpe a las Instituciones”
De vuelta, el viceministro de Justicia, Martín Mena dijo… “Formen un partido y ganen las elecciones. Así se gobierna, pero no desde un despacho judicial, y menos cuando están en riesgo la vida y la salud de los argentinos”. ¿Y esto lo dice un Viceministro de un Gobierno que pidió cientos de miles menos de vacunas de la cuota Covax, no quiso aceptar un contrato con Pfizer por millones de vacunas y organizó un vacunatorio VIP? ¿Es una broma?
Pero no, no solo no es una broma sino que redoblaron la apuesta cuando Mena amplió su ya brutal afirmación… “no nos vamos a detener porque la cabeza del Poder Judicial esté queriendo meterse en una disputa política”. Que tal… ahora el respeto al Federalismo y la división de Poderes es una “disputa política”.
Habrá pensado el Presidente de la Nación en sus alumnos de Derecho de la UBA cuando afirmó “Yo soy un hombre de derecho, respeto las sentencias judiciales, pero no saben lo que me apena la decrepitud del derecho convertida en sentencia; es el tiempo que me ha tocado y también tenemos que luchar contra eso”… dicten las sentencias que quieran, vamos a hacer lo que debemos”, completó el Presidente. Curiosa afirmación para quien debe formar futuros abogados, jueces, Camaristas y miembros de la Corte Suprema. Una suerte de… saquen la sentencia que quieran que yo voy a hacer lo que se me dé la gana.
Y no se detienen ahí. Ahora el Gobierno dice que Rodríguez Larreta debe suspender las clases presenciales por una disposición del Consejo Federal de Educación El ministro Nicolás Trotta aseguró que está vigente una resolución adoptada anteriormente. “Horacio Rodríguez Larreta debería hablarles a las familias con franqueza y explicarles si la Ciudad es autónoma o independiente de la Argentina”, aseguró Trotta en diálogo con la periodista María O’Donnell en Urbana Play. ¿Es una broma? ¿Desde cuándo el carácter Federal de las Provincias supone Independencia de la Nación Argentina? ¿Qué sigue? ¿La Intervención?
A nadie le debería llamar la atención si intentan con alguna desesperación incrementar el número de miembros de la Corte para llenarlo de militantes de la causa. A fin y al cabo intentaron jubilar de prepo a cientos de jueces. No están acostumbrados a Gobernar con equilibrio de poderes. Les molesta no tener mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Ven con pánico que las elecciones de medio término las pueden perder y no lograr esa mayoría. Ven con pánico que perderlas sería comenzar a despedirse bajo el auspicio del pato rengo.
El tema de fondo ni siquiera es ese. El tema de fondo es cuanto más va a pagar el peronismo en su expresión histórica y tradicional el precio de que su presente y su futuro estén absolutamente atados a las necesidades de autocracia política y judicial de su vicepresidenta de la Nación. Todo indica que ese precio va a ser inmenso. El otro tema es que precio pagará la Nación Argentina y nuestra Constitución si este faccionalismo (que por cierto no representa la totalidad del peronismo) se impone en las próximas elecciones de Octubre/Noviembre. Los ciudadanos deben saber que el precio puede la Libertad. Y, esto último, no es abstracto.