Por Rodolfo Florido
“Golpear la cacerola y escupir a la policía en la puerta de mi casa no es democrático”. Afirmación falsa y dicha con el conocimiento de su falsedad por donde se la vea. Primero, no es un su casa. Segundo, no hay ninguna imagen que muestre que los manifestantes hayan escupido a los policías. Tercero, los caceroleros son respetuosos de la policía y no practican ese tipo de provocaciones.
“Quiero recordarles a los restaurantes que sobrevivieron y que están ahora trabajando que nosotros les dimos los ATP y los REPRO… a mí, la rebelión no”. El colmo del cinismo, te cierra todo, te quita los ingresos, te cobra los impuestos y los servicios como si estuvieras abierto y después te tira unas migajas y te exige que se lo agradezcas. Es como si un vendedor de materiales de construcción te quemara la casa y después te ofrece materiales de construcción con un descuento.
A Patricia Bullrich… “la he visto terminar en el Ocaso en el lugar donde está ahora”. O sea que estar en la oposición, de la que presume quiere pedirle que no haga política con la pandemia, la califica de destino de “Ocaso”. O sea que pide colaboración y agrede al que se la solicita.
“Rodríguez Larreta se equivocó ayer, se exaltó y mintió”… “si tanto le preocupan los adultos mayores de la ciudad que nos deje tomar estas decisiones con tranquilidad”. O sea, hagan lo que yo ordeno, olvídense la palabra “Autónoma” (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), olvídense del Federalismo que constitucionalmente nos constituye y hagan caso a lo que yo resuelvo. Pero eso si… dialoguemos. Ahora uno se pregunta: ¿Qué entenderá el señor Presidente por dialoguemos? ¿Será algo así como sentémonos a charlar mientras yo te escucho y después hago lo que quiero? Extraña forma de dialogar.
Alberto Fernández les pidió disculpas a los médicos luego de haber hablado del relajamiento del sistema sanitario.
El Presidente le envió un mensaje al personal de salud pero aclaró que su intención nunca fue criticar el trabajo de médicos y enfermeros: «Tergiversaron mis palabras tendenciosamente para colocarme a mí en una posición de crítica». El problema es que todo el país lo escuchó, todo el personal médico lo escuchó y su discurso fue editado por el propio gobierno para que esas sean las palabras que se escucharon. O sea, estuvo rodeado por sus especialistas en comunicación, dijo lo que quiso y podía haberlo corregido sino expresaba lo que sentía, pero no lo hizo. Y, luego, cuando la respuesta fue el enojo del país, dice que “lo tergiversaron”. La pregunta es… ¿Cómo puede tergiversarse lo que está editado, revisado y transmitido cuasi en cadena nacional?
Veamos entonces cual es la definición de cinismo más allá de la escuela griega de Antístenes, que no creo que el Presidente conozca. La palabra cinismo puede ser sinónimo de desvergüenza, descaro o insolencia. Por ejemplo: “No me hables con ese cinismo”. “De allí, pues, todas las valoraciones negativas asimiladas por la palabra cinismo: desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones impúdicas o deshonestas.”
En la Psicología como Ciencia se hace una pregunta y se expresa una afirmación ante el tema… ¿Cómo tratar a una persona cínica?
Algunos consejos generales en el trato con personas cínicas son: “Evitar las discusiones y los debates abiertos: en esto casos es cuando una persona cínica se pone más a la defensiva, pues todo lo que no coincida con su propia visión será visto por ellos como un ataque directo hacia su propia persona”
O sea, casi de Manual. Si los hechos o los dichos no se ajustan a su percepción o a la necesidad de construir su propia realidad, te atacará. O así sucederá por lo menos si sos débil. Porque el cínico solo es fuerte con los débiles. En general tienen una imagen o percepción distorsionada de los hechos y construyen una realidad o percepción alternativa que se ajuste a sus prejuicios. Y, esto, en una situación de crisis es como intentar meter una pelota redonda grande por una puerta más chica y cuadrada.
Mucha gente se pregunta ¿Quién es entonces realmente Alberto Fernández? el que decía que Cristina era una delincuente y que “el peronismo fue progresista con Néstor y Patético con Cristina” o el que ahora la defiende y cumple sus órdenes a rajatabla eyectando de sus cargos hasta a sus más fieles amigos y hasta a su socia jurídica. Alberto es entonces las dos cosas. El duro defensor del kirchnerismo cuando estaba y vuelve a estar en esta suerte de poder delegado y el opositor más descarnado del kirchnerismo cuando el poder de alguien más fuerte lo eyecto a él. Alberto Fernández solo es fuerte con los débiles.
En su desesperación por disimular su servidumbre intenta llevar a Rodríguez Larreta al barro. Se desespera por intentar demostrar que Larreta es a Macri lo que él es a Cristina. No entiende las relaciones políticas desde otro lugar. Algo así como que; si todos son sometidos nadie es sometido.
Lo cierto es que, como dice Carlos Mira en su Editorial del 22 de este mes “el kirchnerismo ha teledirigido al país a un modelo de pobreza y escasez hasta convertirlo en un gigantesco conventillo de antigüedad y penurias. Y lo ha hecho a propósito”.
“Su punto de destino es una igualdad pobre, casi analfabeta, dependiente de la dádiva de la nomenclatura y completamente anclada en el pasado, sin educación, sin posibilidad de ascenso social, presa y aislada de lo que ocurre en el mundo y solo atada a los mantras que bajan desde el poder”.
A esta altura uno no sabe si decir… pobre Alberto o pobre País.
Voces Políticas 
Como siempre, caro amigo, metiendo el dedo en la llaga. Yo digo pobre ambos, Alberto y País, por lo que tenemos que seguir poniendo lo mejor de nosotros mismos (como lo haces vos con tus artículos claros y contundentes) para evitarle a la Argentina que se caiga en el precipicio hacia el que la están empujando estos ignorantes, cínicos e inescrupulosos!
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