El jueves 1 de abril por la tarde, una persona muy allegada a mi (que no quiere escribir esta nota por miedo a represalias) hizo un pedido de un médico a su obra social, ANDAR, ya que presentaba síntomas de Covid-19. Ahí empezó la peripecia de ineficiencias, indicaciones erradas y anotaciones falsas. En Semana Santa; encomendate a Dios. Un relato en primera persona habla y explica mejor que nada el desorden en el que entramos a la segunda ola. Si siguen así…, la ola va a ser un Tsunami.
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Por Rodolfo Florido
He aquí el relato: luego de ocho horas de espera (esperables y lógicas en este contexto), el médico llegó a las 5 AM del viernes y lo atendió. Le indicó un hisopado y no quiso hacernos la orden ya que «se manejaba por sistema e iba a elevar un acta a la obra social con el pedido del hisopado».
Por la mañana llamamos a la obra social para consultar en qué estado estaba el pedido y nos dijeron que aun no les llegaba, que debíamos esperar y que ellos se comunicarían con nosotros. Esperamos hasta las 17 PM (12 horas desde que vino el médico) y como no había novedades llamamos a la obra social nuevamente para consultar. Esta vez, el discurso fue distinto.
En el sistema figuraba como Covid confirmado y no había ningún pedido de hisopado. No solo le confirmaron su diagnostico por teléfono (ni siquiera fue un médico quien se lo dijo) sino que también decidieron que no iban a hisoparlo cuando el médico lo había indicado.
Al insistir al teléfono diciendo que «el hisopado era por indicación medica», nos dijeron que mandarían otro médico al domicilio para que hiciera la orden del hisopado.
Luego de esperar cuatro horas decidimos volver a llamar para consultar cuanto demoraría el médico, ya que ya habíamos esperado al primer medico por varias horas, no podíamos seguir esperando. Los síntomas empeoraban y seguíamos sin confirmar el diagnostico a través del hisopado como el médico lo había solicitado. Esta vez nos dijeron que ya habían venido dos médicos según lo que figuraba en sistema, cuando en realidad solo había venido uno y estábamos esperando al segundo. La operadora muy amablemente dijo que no esperemos más, que un medico iba a llamar al paciente y le iba a emitir la orden inmediatamente por mail. Por suerte, esta vez no se equivocaron y a los 5 minutos de cortar la llamada con la operadora, llamó la médica de guardia y nos envió la orden.
Ahora la orden había que autorizarla. Luego de tres horas llamando a la obra social y no obtener respuesta en la línea 24 horas para autorizar ordenes, desistimos ante la burocracia y decidimos retomar con los llamados al día siguiente. A todo esto ya le dimos al virus unas 30 horas de ventaja para hacer y contagiar a todos alrededor. Obviamente el virus es más inteligente que nuestra hermosa burocracia pública y privada, incluyendo la Obra Social que pagamos para tener cobertura “más eficiente” o como dice en su propia página web… “La Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina, andar, nació a partir de una concepción que privilegia la eficacia y la solidaridad en la administración de los servicios de salud”.
A las 9 AM del sábado, en el primer llamado nos atendieron y nos informaron que el laboratorio no trabaja durante los fines de semana, teníamos que esperar al lunes. Entonces yo me pregunto, ¿acaso estamos atravesando una pandemia y luego de más de un año en este contexto la obra social no puede habilitar únicamente los hisopados para Covid los fines de semana? ¿Pensaran que el COVID solo se contagia durante los días de semana? Avísenle al Virus que los fines de semana no contagie.
Igualmente, el hisopado se lo podrían haber hecho el viernes, ya que el médico le indico el análisis por la madrugada y quedaban 19 horas del día por delante. Pero no, no fue posible, por la inoperancia, falta de comunicación, erradas anotaciones y abandono de persona que brinda a sus afiliados esta obra social. Mientras tanto toda una familia completa se auto aisló por responsabilidad social y sin diagnóstico cierto ni tratamiento.
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