Docentes de jardines maternales de gestión privada marcharon en el centro de Avellaneda. Reclaman ser escuchadas por autoridades municipales y provinciales. Están atravesando un momento sumamente crítico al borde del cierre de sus puertas.
“Llega diciembre y nos encuentra ya ni siquiera con los pocos ingresos que sosteníamos de algunas familias. No queda otra que cerrar”, afirman las docentes que se hicieron presentes en Plaza Alsina, conversando con vecinos.
Las instituciones presentes en la marcha fueron: San Francisco, Nidito de Amor, Luz de Luna, Cielo Azul, Corazón de León, San Miguel y Federico Froebel.
“La situación no da para más” nos cuenta Myrian Attiz, representante legal del Jardín ´Nidito de amor´. “Pedimos la protección de los chicos que en esta pandemia no están siendo atendidos como corresponde. Esto es, al verse los padres en la necesidad de salir a trabajar dejan a sus hijos en diversos lugares, inclusive en la visita a plazas y parques que no presentan cuidados sanitarios correspondientes.”
«Los padres nos manifiestan necesitar dejar sus niños/as en el jardín ya que los abuelos no dan más y no son quien deberían cuidarlos», agrega Attiz.
“Los jardines maternales deben ser considerados como servicios esenciales y con protocolos seguros” afirman las maestras presentes. Además relatan que muchas familias no pueden abonar sus respectivas cuotas debido a que varias perdieron el trabajo. De esta manera, cuesta sostener económicamente la actividad más que nada si no reciben ningún tipo de subsidio por parte del Estado. Es por ello que se torna imprescindible el tratamiento y sanción de la ley de emergencia económica para jardines maternales”, concluyeron los presentes.