Por Luis Pico
Cuba se prepara para invadir Argentina. Un avión procedente de la isla aterrizó sin inconvenientes en el aeropuerto de Ezeiza. Desembarcaron 202 uniformados… de batas blancas. Tanto el gobierno argentino como el cubano llaman a la ciudadanía a no alarmarse. Aseguran que vinieron en son de paz, vestidos con batas blancas, solo para hacer de médicos y enfermeros en medio de la batalla contra el coronavirus.

Curiosamente pudieron arribar al país y distribuirse, en su mayoría por toda de la Provincia de Buenos Aires, antes que miles de argentinos que permanecen varados en países como México, Estados Unidos y la propia Cuba. Y a diferencia de los argentinos, estos cubanos no tuvieron que encerrarse durante 15 días en un hotel a hacer cuarentena, como sí les ha tocado a argentinos y residentes que a cuentagotas –con algo de suerte, cómo no– han podido regresar en los vuelos “humanitarios” que ha coordinado Cancillería. Tranquilos, están sanos, lo dice la declaración jurada entregada por las incuestionables autoridades del Partido Comunista, perdón, del Gobierno cubano.
Desde La Habana y Casa Rosada, por los momentos, prefirieron no hablar del asunto. En su lugar coordinaron aparatos de propaganda para alabar a unos profesionales de la salud que según la perorata estudiaron y han trabajado en un sistema vanguardista a nivel mundial, y tan solidario –como ahora parecen intentar poner de moda desde Balcarce 50– que envía a sus médicos aunque en la isla hayan quienes aseguran que los hospitales no están en condiciones, que la cuarentena no se cumple porque hay que salir a la calle a buscar cualquier cosa para comer y que no entienden por qué su gobierno prioriza las necesidades ajenas por encima de las propias.
Pero no se confundan, no se equivoquen, todo esto forma parte de una labor humanitaria, social, de confraternidad. Ese enorme pendón de Fidel Castro con el que los fotografían a los médicos antes de permitirles, de concederles ese privilegio de salir de su país, no busca politizar esta labor. ¿Cómo se les ocurriría pensar en algo así? ¿Con la solidaridad, hacer propaganda?
Cuánto dinero irá a costar esta movida, cuánto les irán a pagar a los médicos, cuánto se embolsará el gobierno cubano, no es algo de lo que tampoco haya trascendido mucho. Pero, tranquilos, si es algo de lo que muy poco se supo en países como Venezuela y Brasil, es decir, el misterio no será puesto a prueba en la Argentina. Se sabe que la bruma funciona, que con no responder es más que suficiente, que con no decirle a la gente que muchos de estos médicos tienen estudios dudosos, prácticas cuestionadas en esos otros países, que el 70% de los dólares acabarán en las arcas del Estado y no en la cuenta bancaria de los médicos o alguno de sus familiares, basta y sobra.
Pero pará. ¿En serio se los tilda de desertores y se sanciona a sus familiares en la isla si deciden no regresar a Cuba? Bueno, sí, en serio, pero eso tampoco es necesario que lo comente el gobierno argentino, menos el cubano.
¿Es que un médico puede desertar? Bueno, en el caso cubano, sí. No son militares. Pero es que, carajo, están retribuyéndole a la universidad pública el haberles formado. Lo mínimo que pudieran hacer es servirle durante al menos unos cuantos años a quienes apostaron por ellos.
Ah, ¿es que estudiaste y te recibiste en la Universidad de Buenos Aires para luego emprender o servirle a una empresa privada, o irte a otro país para seguir estudiando?
En democracia, con libertades individuales, como en la Argentina, estudiar en una universidad pública no es motivo para ser un esclavo del Estado. En Cuba, sí. Tranquilo, capaz algo más vienen a enseñarles estos cubanos a los argentinos. O a lo mejor solo quieren conversar un poco, saber cómo te llamas, dónde vives, a qué te dedicas. No por nada malo. Solo por curiosidad, no creas que van a levantar una especie de informe para llevárselo al Partido, oh, otro error, al Gobierno. No, por favor. En Venezuela, quizás en Brasil, a lo mejor son un poco distraídos, acá, llegar a eso…
Además, ¿por qué alguien desertaría de un país tan paradisíaco y ejemplar como Cuba? ¿Por qué alguien huiría de semejante bienestar social? De seguro el que lo haga solo era un infiltrado o un infeliz desagradecido, minoría, no como la mayoría, que lo pasan bárbaro. Tanto, que helos aquí en Argentina, y en Italia, y en otros países, siempre solidarios, listos, preparados. Incluso aunque en sus tierras, de unos 10 millones de habitantes, hayan 31 muertos por coronavirus por sobre los 129 en Argentina, con cuatro veces más población. El Partido Comunista… El Gobierno… ¿Cuál está por encima uno del otro? Ah, sí, aclarada la duda, el Partido Comunista –así lo establece el artículo 5 de la Constitución cubana– solo quiere ayudar a la Argentina, al menos en el discurso.
Cuando el coronavirus pase, si pasa, ya se buscará la forma de agradecerles, de congratularles… ya se verá.
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